Una de las reglas de oro que se tienen al momento de crear proyectos de impacto social para comunidades específicas, es entender que sin importar que existan teorías sobre lo que se supone son las necesidades de una comunidad; al final, lo que hace que la comunidad trabaje y lo deje todo en la cancha para sacar adelante el proyecto en cuestión, son las necesidades que esta comunidad expresa. De ahí la diferencia entre necesidades expresadas y las necesidades identificadas.

Venga les doy un ejemplo que seguramente les permitirá entender de qué estoy hablando:

 

Hace algunos años, tuve la oportunidad de montar el área de responsabilidad social empresarial en una empresa industrial y en el proceso tuve varios aprendizajes. Cuando me llegó el momento de sentarme a pensar la estratégia de impacto social con las comunidades que se encontraban en la zona de impacto de la compañía; supe que debía empezar por un diagnóstico para saber; técnicamente, qué había.

 

Con el fin de hacer un buen ejercicio levantando esta información, hice muchisimas investigaciones sobre modelos de levantamiento de información que me permitiría contruir el perfil sociodemográfico de estas comunidades y así entender que carencias presentaba; información que seguín yo, sería el pricipal argumento sobre el cuál debería construir la estratégia.

 

Para la construcción de la encuesta que me permitiria identificar las necesidades de la comunidad, apliqué muchas teorías de necesidades humanas (Maslow, Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI), de higiene, etc). Cuando la batería de preguntas estuvo lista, alrededor de 20 colaboradores me ayudaron a hacer este censo en las comunidades en cuestión.

 

Los resultados fueron increibles, pudimos acceder a mucha información de la comunidad que de entrada nos permitió entender un poco más las dinámicas sociales que al interior de esta se presentaban. Lo más interesante fué que, al revisar los resultados de las encuestas, encontré que la característica que más se repetía en las personas entrevistadas era el estado de hacinamiento en que estas personas vivían (más de 6 personas en un mismo cuarto promedio). Esta información fué crítica al momento de definir el objetivo del plan de impacto social, ya que había una coherencia entre esta necesidad identificada y el objeto social de la empresa en la que trabajaba (una empresa industrial para la fabricación de productos para la construcción).

 

El resultado fué la creación de una estratégia para la promoción de compra de vivienda o ampliación de las actuales; proyecto en el que logré vincular a Bancos, Cajas de Compensación, Fondo de Pensiones, Constructores y etc. Finalmente llegó el día del lanzamiento y aunque el evnto fué supremamente bien recibido por la comunidad, pasados 1 mes de su puesta en marcha, nadie había aplicado a ninguna de las líneas de beneficios. La propuesta había sido un fracaso, tenía a un resto de personas trabajando organziadamente en torno a una necesidad evidente pero ninguno de los potenciales beneficiarios se atrevía a tomar uno de los beneficios. 

 

Las necesidades expresadas: La explicación a lo anterior se debe a que mi conocimiento técnico permitió que identificar ciertas necesidades; sin embargo, nunca me tomé el tiempo de preguntarle a los entrevistados cuáles erán sus opiniones personales frente a estas necesidades. Cuando regresé a la comunidad a preguntar a cada familia sobre las opiniónes sobre las necesidades identificadas; ocurrió algo sorprendente; aunque efectivamente la mayoría vivía en hacinamiento, esto no significaba un problema para ellos ya que estaban acostumbrados a vivir así; sin embargo, cuándo le preguntabamos directamente cuál era su principal necesidad; casi el 100% de las familias indicaron que era la generación de ingresos; esta era la necesidad expresada. 

Meses después hice el lanzamiento de la estratégia de generación de ingresos para estas comunidades. Al finalizar el día de lanzamiento alrededor de 250 familias ya se habían inscrito al programa. 

Conslusiones: Siempre que se trabaja con comunidades, es necesario iniciar por un levantamiento de informción que permita entender características generales de la comunidad (estructura por edades, género, nivel de ingresos, historia, vocaciones productivas, etc.). Una vez se cuenta con esta información; es necesario recibir retroalimentación de la comunidad para luego construir acuerdos de trabajo donde se deje en evidencia las necesidades expresadas e iniciar un proceso en pro de la disminución de estas. 

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LINKS DE INTERES 

  1. Vídeo tutorial para la formulación de proyectos sociales: https://snip.ly/86eawh
  2. Caja de herramientas comunitarias: https://snip.ly/fl7l0w
  3. Guía para la identificación de necesidades comunitarias (Fundación Manantiales): https://snip.ly/tg72zx